La Trufa Negra de Teruel, conocida científicamente como Tuber Melanosporum, es uno de los productos más exclusivos y valorados en la gastronomía mundial. Cultivada entre diciembre y marzo, esta joya subterránea encuentra en Teruel, España, su hábitat perfecto gracias a sus excepcionales condiciones climáticas y geográficas. Nuestras trufas frescas, recolectadas en su punto óptimo de maduración, pasan por un mínimo procesamiento para asegurar que lleguen a tu mesa con su sabor y aroma intactos, siendo un verdadero testimonio de calidad natural.
Forma y Peso: Trufas enteras de forma regular, con un peso superior a 20 gramos.
Aroma y Sabor: Olor agradable, intenso, persistente y limpio, con un sabor característico a bosque.
Peridio: Capa protectora negra brillante, consistente, verrugosa, carnosa, dura y pesada.
Gleba: Interior con venaciones color crema, a veces visible a través de un pequeño corte llamado “Canifage”.
Teruel es el principal productor mundial de trufa negra «Tuber Melanosporum», con una producción anual superior a las 100 toneladas entre campos de secano, regadío y silvestres. La provincia cuenta con más de 10,000 hectáreas dedicadas al cultivo de la trufa a partir de plantas microrrizadas, destacándose la zona agrícola denominada La Hoya de Teruel como un referente internacional.
La existencia de truferos silvestres en la sierra de Javalambre, Albarracín y en la zona este de Cuenca es centenaria. El terreno y la climatología eran idóneos para su cría silvestre y los lugareños han aprendido y transmitido sus cuidados de generación en generación. La recolección se realiza diariamente con perros adiestrados que detectan las trufas maduras. Posteriormente, se limpian, lavan, clasifican y se expiden rápidamente para mantener su frescura.
Forma y Peso: Trufas enteras de forma regular, con un peso superior a 20 gramos.
Aroma y Sabor: Olor agradable, intenso, persistente y limpio, con un sabor característico a bosque.
Peridio: Capa protectora negra brillante, consistente, verrugosa, carnosa, dura y pesada.
Gleba: Interior con venaciones color crema, a veces visible a través de un pequeño corte llamado “Canifage”.
Forma y Peso: Trufas enteras de forma irregular, con un peso superior a 20 gramos.
Aroma y Sabor: Similares a las de categoría Extra, con un aroma y sabor intensos y característicos a bosque.
Peridio y Gleba: Características similares a las de la categoría Extra.
Forma: Trufas no enteras y sin forma definida.
Segunda Clase A: Trozos grandes de trufas con más de 40 gramos.
Segunda Clase B: Trozos pequeños de trufas entre 10 y 40 gramos.
Trufas Pequeñas: Ejemplares de menos de 20 gramos.
La trufa es un alimento perecedero que debe mantenerse a una temperatura entre 1º a 4º C. Su aroma pierde intensidad cada día que pasa, por lo que es esencial su dinamismo para el éxito. Se recomienda su uso a temperaturas bajas, máximo 60º C.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.